La CHE licita los estudios sobre la población de peces en los 35 embalses de la cuenca del Ebro

Se realizarán sondeos hidroacústicos en Cueva Foradada y los demás embalses para determinar la densidad y biomasa de cada una de las poblaciones de peces existentes

La CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) en cumplimiento de su tarea de seguimiento y evaluación de las aguas superficiales, ha licitado por un importe de 602.238€, los trabajos de sondeo hidroacústico para realizar los censos de peces existentes en los embalses de la cuenca. Además de las técnicas hidroacústicas se utilizarán métodos directos (redes y pesca eléctrica) y otras novedosas como el ADN ambiental que permitirán conocer la densidad y biomasa de cada una de las especies detectadas. El ADN ambiental (obtenido a través de las muestras de agua) determinará la presencia de especies autóctonas que están en regresión (trucha común, anguila, etc) y que podrían pasar desapercibidas con las técnicas habituales de muestreo.

Esquema del método de censado de poblaciones de peces en un embalse. Fuente: CHE

El principal objetivo de estos estudios (que durarán unos 5 años y que se realizarán principalmente durante los meses de agosto y septiembre) es incrementar el conocimiento sobre la composición, abundancia y estructura de edades de las poblaciones de peces en los embalses de la cuenca del Ebro para conocer la biodiversidad, estado preciso y potencial de las masas de agua y así determinar las pautas de actuación para su defensa y desarrollo.
El último estudio que se realizó en el pantano de Cueva Foradada (Alcaine-Oliete) data de 2012 (cuando se encontraba tan sólo al 15% de su capacidad) y demostró: «una dominancia en densidad de las especies autóctonas: barbo de Graells (Barbus graellsii) y madrilla (Parachondrostoma miegii) que suponen respectivamente un 42% y un 30% de la población, frente a las alóctonas: Carpa (Cyprinus carpio) y Black bass (Micropterus salmoides). En biomasa, sin embargo, es la carpa (53%) la de mayor importancia en la asociación, seguida por el barbo (45%). El estudio certificó un potencial ecológico «BUENO».

El embalse de Cueva Foradada desde el Cabezo Malvín. Foto: Cipriano Gil