Crecen las protestas en los pueblos a la prohibición de ir al huerto para autoconsumo
Diario de Teruel publica una carta de la alcainesa Mercedes Gascón contra la medida
El Real Decreto del 17 de marzo que proclamaba el Estado de Alarma, entre otras muchas medidas restrictivas, recogía la prohición de ir a segundas residencias, huertos, montes y playas. Y algunas parecían tener más lógica que otras. La que más rechazo está originando, al paso de los días en confinamiento, es la de no poder acudir a los huertos particulares que se dedican a autoconsumo. Sí lo permite si se trata de cuidar animales o si es una actividad económica (agricultores profesionales), por lo que quedan fuera los pequeños huertos que los vecinos cultivan para su propio consumo. Se entiende esta medida en zonas urbanas donde es cierto que se producían conductas peligrosas (incluso barbacoas) pero no en las zonas rurales donde se está solo y sin peligro de contagio. Sirva como ejemplo el municipio de Alcaine donde no llega a la decena de personas la que cultiva algún bancal en la extensa zona de huerta por lo que, incluso coincidiendo, se encuentrarían a decenas de metros cada uno en su huerto.
Varias entidades (organizaciones agrarias, CNT, CHA, etc.) apoyan en Teruel una campaña para que se permita el autoconsumo en el ámbito rural con la limitación de ir solos y manteniendo las lógicas medidas de prootección. Diario de Teruel, en su edición de hoy, publica una Carta al Director de la alcainesa Mercedes Gascón (enfermera y cooperante internacional incluso en épocas de epidemia) donde expresa ese contrasentido de permitir ir al supermercado a por verduras y no poder acercarse al huerto a arrancarlas, siendo evidente el menor riesgo. De ahí que la prevención linde casi con lo absurdo. Son varias las peticiones de firmas, desde distintos puntos de España, en la plataforma change.org solicitando el apoyo a una petición a los Ministerios de Interior y Agricultura para que se permita el acceso a los huertos porque no son un lugar de recreo sino que alimentan a un sector importante de la población rural.
Algunas comunidades han levantado las restricciones que había y ya pueden ir a sus huertos para autoabastecerse o cuidar de los animales que tengan en ellos siempre que no estén ubicados en segundas residencias y se precise un largo desplazamiento hasta los mismos.
La primavera es la época, donde todo está vivo y de más trabajo: hay que realizar podas, abono, riego y todas las siembras que se quieran cosechar durante el verano y principios de otoño.
Así que es necesaria y urgente una normativa que deje todo bien claro. ¡A ver si toma nota el Gobierno de Aragón!