Espectacular desembalse de 2 Hm3, por seguridad y salubridad, en el pantano de Cueva Foradada
El nivel del agua desciende 1,25 metros, bajando del 89,25% de capacidad total al 79,39%
Una decisión de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) -comunicada a Protección Civil y ayuntamientos afectados- ha levantado expectación estos días en Oliete y Alcaine, municipios donde está situado el embalse de Cueva Foradada, pero también en las localidades aguas abajo por la crecida en el caudal del Río Martín y que tuvo su punto álgido entre el 30 de septiembre y el primer día de octubre. La CHE ha afirmado que se ha tratado «de una maniobra de desembalse, como crecida de mantenimiento, para la mejora de la dinámica fluvial del río Martín«. El objetivo del desembalse -que se realiza en otras muchas cuencas fluviales- ha sido mejorar la calidad del agua embalsada (al renovar las capas más profundas), reduciendo así la presencia de elementos como el hierro y el manganeso.
Se liberaron 2 Hm3 con una punta máxima de caudal de 25 metros por segundo sin apenas efectos negativos salvo turbidez del agua e inundación momentánea de algunos senderos.
Al estar el embalse a final de septiembre con una alta reserva de agua ya que alcanzaba el 89,25% de su capacidad, se tomó esa decisión de desembalse para mejorar la regeneración de caudal en el río, disminuir lodos y aguas profundas del pantano eliminando así la presencia de metales y además aumentar la capacidad de retención de posibles avenidas de agua por tormentas durante otoño/invierno. Como se aprecia en el gráfico de la CHE que publicamos, los datos son bien elocuentes de la importancia del desembalse: en apenas un día ha bajado el nivel de altura del agua 1,25 metros, pasando su volumen del 89,2% al 79,3% y de 19,63 a 17,53 Hm3.