Neutralizados dos nidos de avispas asiáticas (velutina) en Alcaine. Varios vecinos avisaron al Ayuntamiento y APN del Gobierno de Aragón se ocupan de erradicarlos.

Aumenta exponencialmente la presencia de la avispa invasora en todo el territorio de Aragón. Necesaria máxima precaución y dar aviso inmediato.
Algunos agricultores habían detectado la presencia de algunas avispas -diferentes de las autóctonas y más grandes- en los bancales con frutales de la huerta. Pero no fue hasta inicios de noviembre, cuando se identificaron numerosos ejemplares alimentándose de los frutos de la hiedra trepadora que hay en el talud de tierra, justo detrás de los contenedores de basura, en la entrada del pueblo… lo que incrementaba el peligro de picaduras. Comunicado el tema al Ayuntamiento de Alcaine, se cursó aviso inmediato -aún siendo fin de semana- a Ernesto, Agente de Protección de la Naturaleza (APN) con sede en Muniesa. Igualmente se tomó la decisión de publicar un Aviso a la población, advirtiendo de la peligrosidad y requiriendo a los vecinos a extremar las precauciones y dar aviso si descubrían algún nido, además de no manipularlo. Los nidos primarios los construyen a ras de suelo o a poca altura (cuidado, al desbrozar la hierba o zarzas) y los secundarios en lo alto de árboles o edificios. Personados los APN en Alcaine certificaron que eran velutinas y durante varios días estuvieron recorriendo la zona próxima: edificaciones, mirando bajo las plantas, árboles de la carretera, huerta y zona fluvial… dando como resultado la localización de dos nidos: uno (del tamaño de un balón) en lo alto de un chopo junto al río y el otro en una grieta de la roca frente al molino. Los Agentes procedieron a disparar al nido un elemento neutralizante y han repetido la operación para finalizar el tratamiento.

La avispa asiática o avispa velutina es originaria de China y posee un tórax y abdomen de color negro salvo en el cuarto segmento, que es amarillo/anaranjado. Además, una de sus principales características es su envergadura, ya que las obreras alcanzan una longitud en torno a los 2,5 centímetros. Mientras que en el caso de las reinas, pueden llegar a medir los 3,5 centímetros. En España se detectó por primera vez en el País Vasco en el año 2010. Desde ahí en muy poco tiempo se ha ido expandiendo rápidamente por otras Comunidades Autónomas españolas como Asturias, Navarra, Galicia, Cataluña y Aragón (los últimos nidos descubiertos en el Bajo Aragón Histórico, en Teruel). Para su expansión han ido creando sus nidos, de pasta de madera y de forma redondeada que pueden llegar a albergar más de 1500 insectos, en puntos elevados como árboles o edificios. A los ejemplares adultos les encanta la fruta madura. Pero las ninfas de esta especie prefieren a nuestras abejas para alimentarse. De esta forma, se calcula que un ejemplar de este insecto puede capturar entre 25 y 30 abejas. Esto significa una auténtica sangría en la población de abejas autóctonas y pérdidas para los apicultores. Así que si ves uno de estos nidos, extrema las precauciones y avisa.
