Fallece D. Antonio Algora, Obispo de Teruel y Albarracín durante 18 años… el zaragozano que decidió ser un turolense más

En 1994 estuvo en Alcaine en visita pastoral y presenció las Fiestas Patronales de San Agustín

El Covid-19 ha arrebatado esta semana la vida de una persona más. Frente a la pérdida de miles de vidas casi anónimas (conocidas y recordadas sólo por familiares y allegados) de vez en cuando aparecen las de personas públicas de todos los ámbitos culturales y profesionales. Y este jueves hemos conocido la de D. Antonio Algora Hernando que fue Obispo de Teruel y Albarracín durante 18 años (1985-2003). Nada hacía presagiar este triste final cuando estuvo en Albarracín (del que era Hijo Adoptivo) hace poco más de un mes disfrutando de una visita familiar. Tras 25 días ingresado en un hospital de Madrid a causa de una neumonía bilateral consecuencia de la Covid-19, falleció de un fallo multiorgánico a los 80 años de edad.

ALCAINE guarda un grato recuerdo de él. Han sido varias las ocasiones en las que estuvo presente en nuestro pueblo (en 1994 en dos ocasiones: en invierno y en agosto). No se olvida la visita como Obispo de Teruel a Alcaine en ese año 1994, cuando hizo una visita pastoral y accedió a la invitación de la alcaldía para estar presente en las Fiestas de San Agustín. Hasta ese año había que dar cuerda a diario al reloj de la torre de la iglesia pero en esas fechas tuvo lugar una importante mejora técnica cuando con un ingenioso mecanismo –un motor de lavadora y un fin de carrera– instalado por Antonio Ferrero y Miguel Castellano, de Utrillas, se consiguió que se diera cuerda solo. Un gran avance digno de ver. Tanto es así que el Obispo de Teruel, mostró gran interés en ver el invento a pesar de tener que subir los más de 80 escalones por la estrecha escalera de la torre hasta el cuarto de la maquinaria. Satisfizo su curiosidad y mostró su aprobación al original sistema.

Imágenes del obispo Algora en Alcaine. Fotos: M. Candial

El actual obispo de Teruel D. Antonio Gómez Cantero reflejaba muy bien en un comunicado la figura del fallecido, sus tareas y logros: su identificación con estas tierras y nuestras gentes, su aliento a los sacerdotes, la participación de los laicos, la cercanía con los misioneros, su desvelo por la cultura, las restauraciones y edificación de templos parroquiales. «Dejó una gran huella en nuestra iglesia y en nuestro pueblo, que perdura tantos años después, por su cercanía y preocupación por todos, creyentes o no«. Hasta que se pueda realizar un funeral, pide que se ruegue por él en todas las misas del domingo.
Entidades sociales, económicas y políticas han mostrado sus condolencias por la pérdida de D. Antonio, sirva como ejemplo el escrito del Movimiento ciudadano Teruel Existe que aparece publicado hoy sábado en Diario de Teruel.