La «Cena del Día de la Abuela» un éxito. ¡Hay que repetirla el año que viene!
Se recupera una tradición. Más de medio centenar de asistentes, a pesar de la lluvia.
Hasta el último tercio del siglo pasado, cuando se celebraban las Fiestas en Alcaine, el Ayuntamiento pagaba los dos días preceptivos de fiesta (la Víspera y el Día del Santo) pero, si los mozos disponían de dinero pagaban ellos un día (el Día de la Abuela) o día y medio más, pagándole a algún músico del pueblo o de un pueblo cercano para amenizar esa jornada y las meriendas o cenas. Aprovechando esa tradición, desde hace unos años, se viene organizando una cena en grupo reducido y que este año se ha querido ampliar a todo el que quiera asistir. El éxito de la misma, anima a continuar con su celebración el próximo año. He aquí la crónica breve del evento:
Una tarde amenazante de lluvia, ha dado paso a partir de las 7 a un chubasco que ha dejado casi 7 litros a la hora a la que estaba prevista la cena. Con buen criterio ya se había decidido días antes celebrarla en la Sala del edificio del Albergue y no en la plaza. Más de medio centenar de personas ha acudido a la cita, aportando algún producto para compartir. Varias personas habían adquirido otras cosas de comida y bebidas, cuyo importe se ha pagado «a escote» entre todos los asistentes.En una mesa dispuesta a lo largo de la sala se han ido colocando los platos de empanadas, tortillas, oreja, embutidos, gambas, olivas, salpicón de marisco, croquetas caseras, tostas con varios productos, huevos rellenos, ensalada, calamares y rabas, pimientos fritos… y en otra mesa, atravesada al final de la sala, la sección de repostería con trenza de Almudévar, flanes caseros, lionesas, galletas, los Roscones (con nata añadida) de los portadores de la peana de San Agustín durante la procesión, y fruta (uva y paraguayos). La mayoría de los presentes estuvieron en la sala comiendo y departiendo e incluso varios permanecieron en el patio de acceso. Han sido unas horas pasadas en agradable compañía y al finalizar ya han empezado algunas despedidas porque se inician los viajes de retorno a las ciudades de residencia para retomar los trabajos o el cuidado de los nietos, etc. pero se ha hecho con la ilusión de un próximo reencuentro.