El bajo nivel de llenado del embalse, neutralizó la avalancha de agua de la riada del 30 de octubre
Se exige a la CHE la limpieza de cauces y al gobierno, la de los bosques, para evitar arrastres y taponamientos.
La riada que inundó la huerta de Alcaine en la mañana del 30 de octubre (y de la que venimos dando cumplido seguimiento estos días en LA VOZ DE ALCAINE) que causó daños materiales en nuestra localidad y, en mayor medida, en las vecinas localidades de Montalbán (ya llevan extraídos más de 100 camiones de escombros) y La Hoz de La Vieja, pudo ser tremendamente peligrosa para los pueblos por debajo del embalse de Cueva Foradada (que ahora únicamente sufren problemas por la turbidez en el abastecimiento de agua a las casas), si la presa no hubiera retenido el torrente de agua que bajaba de todos los barrancos de la cabecera de cuenca. Gracias a que estaba apenas al 31% de su capacidad, ha podido laminar la grave avenida y evitado afecciones más importantes y hasta quizás trágicas si hubiera estado lleno. No hay que olvidar que el medidor de nivel de la Estación de Aforos del Gradillo, en Alcaine, pasó de 0,2 metros de altura de agua… a más de 3 metros.
De la magnitud de esa avenida de agua dan clara idea los siguientes datos: el Embalse de Cueva Foradada estaba el 30 de octubre a menos de 7 Hm3 (el 31,8% de su capacidad total de 22 Hm3) para subir este sábado día 2 de noviembre a las 9:15 h a 12,94 Hm3 lo que supone el 58,6% de su capacidad.