Se estudian los daños de la riada del 30 de octubre en Alcaine: son muy graves en la huerta, cauce del río Martín y varios caminos rurales
Árboles y broza en medio del río, grandes piedras de escollera desplazadas, acequias de riego inutilizadas, pistas intransitables para acceder en vehículo al cementerio y al embalse de Cueva Foradada…
Han tenido que pasar casi dos semanas de la tremenda riada del 30 de octubre, que afectó seriamente incluso a viviendas de Montalbán y La Hoz de la Vieja, y que en Alcaine inundó totalmente la Huerta Alta… para poder hacer un recorrido en el día de ayer -una vez ya casi seco el barro- por la zona de huerta, el cauce del Martín hasta su renacimiento y los accesos al cementerio y al embalse de Cueva Foradada.
La visión en persona y a ras de suelo, pasados quince días, es verdaderamente seria. La pista deportiva, ubicada en la Chopera del Prau, ha quedado totalmente cubierta de barro y broza y las vallas que la circundan han sufrido la batida del agua, siendo derribadas las largas de la zona sur y norte. Dos operarios municipales han trabajado varios días limpiando el parque infantil y retirando en gran parte el barro de la superficie de la pista, quedando aún trabajo por hacer. Aún no ha dado tiempo a comprobar el funcionamiento del sistema de bombeo y clorado de la piscina, ya que el nivel llegó a dos metros de altura en la caseta de la maquinaria.
Respecto a la huerta los daños han sido graves en los bancales que se trabajan (la mayoría por jubilados y para autoconsumo), arrancando las vallas anti jabalíes, decenas de metros de tubo de riego por goteo, llevándose leña cortada, aperos, semienterrando algunos árboles pequeños, cubriendo con arena y grava algunos corros y, lo peor de todo, tapando tramos de las acequias de riego que se abastecen del manantial del renacimiento del Martín, pero en esa zona el desprendimiento de rocas y tierra, más lo aportado por la riada ha ocluido tramos de acequia y roto algún trozo por lo que el agua, desde pocos metros del surgimiento se ha desviado y va a parar al río, no bajando ni una gota por la acequia general de riego.
El cauce del río desde el renacimiento (donde está la captación subterránea del agua de boca que abastece a Alcaine) hasta el embalse, también se ha visto seriamente afectado, ya que ha dejado gran cantidad de restos arrastrados por la corriente en árboles de la ribera, así como troncos y hasta árboles en medio del cauce, que pueden ocasionar un represamiento si se producen otras precipitaciones torrenciales en la cabecera del río. Es por tanto necesaria una actuación de la Confederación Hidrográfica del Ebro (el organismo de cuenca responsable) con maquinaria que desaloje todo el material acumulado y reponga y resitúe las piedras de las escolleras, ya que en el puente de la Estación de Aforos, ha desplazado las grandes rocas varios metros.
Tanto el acceso al cementerio como al embalse de Cueva Foradada está intransitable por ambas pistas para los vehículos, ya que ha dejado la riada grandes surcos, agujeros y desniveles que solo permiten el paso a pie. Esperemos que no haya ningún enterramiento porque habría que trasladar el ataúd a mano desde el pueblo hasta el cementerio. De igual forma, como se ha dicho, está impracticable la pista a la cola del embalse de Cueva Foradada por lo que se dificultan posibles tareas de mantenimiento de la presa o estudios, siendo imposible también el uso de la pista de La Dehesa que conecta con Muniesa. Quedan pendientes de revisar otras pistas del término municipal.
El Ayuntamiento de Alcaine, una vez hecha esta revisión, trasladará a los organismos competentes (CHE, Diputación y Gobierno de Aragón) los daños observados y las necesidades para que se subsanen, ya que el municipio no tiene los fondos ni los medios necesarios para afrontar esta grave situación.