En 18 años la población de los pueblos de Teruel ha bajado casi un 11% y aumentan a 93 los que tienen menos de 100 habitantes
Alcaine pierde 11 habitantes desde el año 2000 (74) a 2018 (63). Solo el 16% de la población española vive en el medio rural.
La sangría de la despoblación de los pueblos de España no cesa a pesar de muchos estudios, foros, propuestas y denuncias de la España vaciada. Lo cierto es que de los 47 millones de españoles solo 7.594.111 viven en municipios rurales (se consideran los de menos de 10.000 habitantes). Teruel es una de las provincias donde más se aprecia esa tendencia (más de 6 puntos sobre la media de Aragón). Desde el año 2000 hasta el 2018 (fecha del Informe Anual de Indicadores del Gobierno de España) los municipios de Teruel con menos de 100 habitantes han pasado de 69 a 93 por lo que casi llegan al 40% del total.
Una vez se baja de los 100 habitantes es muy dificil recuperar esa cifra y como muestra, señalar que de los 69 pueblos que en el 2000 tenían menos del centenar de vecinos tan solo 3 la han superado mientras que, por el contrario, se han incorporado 27 localidades más a esa triste lista.
Así, en esos dieciocho años, ALCAINE ha bajado de los 74 en el 2000 a los 63 habitantes en el 2018; ALACÓN de 456 a 264; ALLOZA de 772 a 582; ARIÑO de 866 a 708; BLESA de 156 a 95; CORTES DE ARAGÓN de 117 a 61; ESCUCHA de 1.103 a 885; ESTERCUEL de 348 a 203; LA HOZ DE LA VIEJA de 123 a 85; HUESA DEL COMÚN de 135 a 67; JOSA de 39 a 34; MAICAS de 35 a 27; MARTÍN DEL RÍO de 495 a 417; MONTALBÁN de 1.588 a 1.243; MUNIESA de 737 a 599; OBÓN de 52 a 45; OLIETE de 476 a 364; PLOU de 47 a 43; SEGURA DE LOS BAÑOS de 50 a 39; TORRE DE LAS ARCAS de 34 a 28 y UTRILLAS de 3.279 a 2.970 habitantes. La pérdida general del medio rural en la provincia de Teruel alcanzó en ese periodo casi los 10.000 habitantes y ello a pesar del crecimiento de Alcañiz (+2.812) y Teruel capital (+5.200) lo que lleva el total de la provincia a casi dos mil personas menos viviendo en la provincia (en 2018, 134.572 habitantes).
Queda claro pues que es hora de reaccionar para frenar y revertir esta situación con un Pacto de Estado que favorezca de verdad el desarrollo de estas zonas del país.